CAMBIAME Y PLUS SIZE ¿SI O NO?

Después de haber visto hoy el programa Cámbiame de T5, he sentido la necesidad de plasmar mi opinión sobre un tema, súper manío ya la verdad, pero que parece que aún es muy recurrente para marcar diferencias y atraer audiencias, entre otras muchas “utilidades” no siempre lícitas por cierto. Les cuento.

Hoy, la “víctima del cambio de Pelayo” fue una chica con sobrepeso. Una chica negra, con súper melena, y un rollazo tremendo pero que estaba algo agobiada por los kilos que había cogido tras un problema familiar. Cuando la vi mi primer pensamiento fue: “si te quitas los leggins todo iría mejor”, si, los leggins, esa prenda que tanto daño ha hecho al street style, en el mas literal de los sentidos.

L@s que siguen este nuevo formato televisivo (nuevo only in spain), sabrán que el coach comienza llevando a la/el concursante a un lugar afable en donde en escasos segundos se sinceran y descubren la solución a todos los males. Estos lugares van desde una cafetería, un museo, la propia casa del elegido…

Pues bien, dadas las características físicas de la concursante –Inés-, a la cabeza pensante del programa se le ocurrió que el lugar perfecto para la primera cita de Pelayo e Inés era un gimnasio…si, como lo oyen (bueno como lo leen mejor dicho), una bicicleta estática y la cafetería del gym. Supongo que habrá sido por exigencias del guión, es más, estoy segura y es ahí donde empiezo a sentirme algo incómoda.

Tras esta instructiva visita van en busca del look del cambio. En otros “cámbiame” visitan fantásticos showroom (de hecho es uno de mis momentos preferidos del programa) en donde la elegida pasea por la tienda mientras los espectadores disfrutamos del lugar. En esta ocasión fueron a "un sitio especial" (así lo definió Pelayo) en donde había un burro con tres looks que había seleccionado el estilista, como si no hubiesen lugares donde escoger fantásticos outfits para una talla 52, pero es cuando Inés comienza a probarse cuando no podía salir de mi asombro, no me podía creer que un tipo como Pelayo,  diferente y excéntrico donde los haya, hubiese elegido aquellos rancios estilismo que caían en el estereotipo de mujer gorda ponte un saco.

El resultado final fue un desastre (pincha aquí para verlo). Pocas veces he visto a unos familiares tan poco expresivos con el cambio, aunque intentaban poner una sonrisa. La concursante tampoco se quedó satisfecha y ante las preguntas de la presentadora sobre su cambio de look no sabía que responder. No le gustó que le cortasen la melena (y a mi tampoco), y como una risa nerviosa decía “no me veo con el pelo tan corto”. Cristina intentó justificar tal cambio argumentando que el corte bob estilizaba su corto cuello, claro que, lo que se le olvidó añadir a la estilista es que esa melena tan corta acentuaba aún mas su redondo óvalo. A continuación la colaboradora intercambió con Inés el blazer que ésta llevaba con un chaleco extra large que vestía Cristina el cual creó una línea vertical a lo largo del cuerpo de la concursante de lo mas favorecedora. Desde casa grité un #bravoCristina.

Bajo esa desafortunada blazer (demasiado larga para una morfología triangular) se escondía EL SACO, ese vestido recto, sin formas, que nos ofertaban los grandes almacenes como única opción ante una talla 52.

En fin, soy consciente que un blogger de moda no tiene porque ser un profesional de la imagen (ni a la inversa), no obstante me cuesta pensar que un tipo como Pelayo, al que admiro y sigo, no haya sido capaz de empatizar un poquito mas con las necesidades de Inés, un chica joven, moderna, con una melena perfecta, que simplemente no ha aprendido a vestir con estilo ante su nueva figura.

H&M+, Couchel, Adolfo Dguez. +, Ralph Lauren +, asos curve, forever 21+…y un millón de firmas mas ya han adaptado sus patrones a estas “antiguas tallas” que de un tiempo a esta parte “comienzan a salir del armario”. Ahí lo dejo…   

   

"KISSES LOVERS"