La fina línea que separa lo sexy de lo vulgar es franqueada con mas frecuencia de lo que se
debería. Una prenda demasiado corta o un escote muy pronunciado puede llegar a
jugarnos una mala pasada aunque estoy convencida que el principal enemigo de
“lo sexy” es la actitud.
Cuántas veces hemos dicho u oído eso de “es que a ella todo
le queda bien” “ella si se lo puede poner”… y un sinfín de frases más que, si
bien en ocasiones es obvio, suelen esconder una frustración ante el miedo de
que la ansiada prenda que nos parece deliciosamente sexy nos haga parecer “un
pendón”. Es ahí, cuando el aprobado o el suspenso de un estilismo se centra
exclusivamente en la actitud de la que lo luce.
Y es que la máxima de que entre mas corta es la falda mas bajos deben
ser los tacones es algo que todavía no terminamos de asimilar, en fin…
El top que les traigo hoy es de esos que me parecen
“deliciosamente sexy” y que, al comprarlo on line (en asos curve) y no tener la
oportunidad de probármelo antes de adquirirlo me tuvo en ese suspense de…
¿franquearé la línea de lo sexy para sumirme en una profunda vulgaridad?,
jajajajajajaja. Cuando llegó el paquete y me lo probé respiré al tiempo que me salieron
esos corazones en los ojos del emoticono del whatsap.
¿Qué les parece a ustedes?... ¿sexy o vulgar?...